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viernes, 22 de marzo de 2013

Sui Generis 4

EL DESTINO SIGUE SU CURSO
La relación parecía haber llegado a su madurez pero aun nos faltaba hacer algo, y a ti saber algo.
A finales de mayo estábamos por terminar cursos de la escuela y la directora ya nos traía entre ojos para los cursos de regularización para mi y unos cursos para ayudar a que Ale entrara a la universidad, pero a Ale su desarrollo académico le tenía sin ningún cuidado y tubo una brillante idea para quedar bien con la vieja y librarnos de sus clases de verano.
Las tres chicas y yo apoyamos a la directora para los preparativos de la graduación de la generación de Ale, nuestra labor consistía en conseguir los arreglos necesarios para la ceremonia en el auditorio. Aunque todos sabían que Ale era puro desmadre, pues sus padres tenían una buena relación con la directora por su posición social, y por este motivo le confió las llaves de la bodega del auditorio. En el solo había algunos arreglos de ceremonias pasadas, sillas rotas y un montón de trebejos olvidados y sucios.
Desde el primer día nos encargamos de darle un buen uso a nuestro favor a ese olvidado cuarto. Al no tener un lugar lo suficiente privado para hacer de las nuestras, era el lugar ideal para que nadie nos viera, así que con el pretexto de hacer inventarios nos encerrábamos a solas en la bodega, nuestra energía sexual de adolecentes reprimidas y la privacidad que había nos hacia ir cada vez más lejos.
En uno de estos “inventarios” nos besamos y me calenté hasta el punto de dejar que me quitara la playera y tocara mis senos, cosa que no creí que alguna vez permitiría, esos besos tenían una sutil línea que los dividía del escarceo sexual, que no es mas distante cuando estas con una chava una vez que te dejas llevar, la calentura no te permite parar.
Me beso en mi abdomen desnudo… me recargo en la pared y beso todo mi torso, se puso bien loca y se daba gusto con mi cuerpo, después se puso de pie y trato de desabrocharme el pantalón pero yo no le permití y le aparte la mano del botón, así que volvió a ocuparse de mis bubis, realmente tampoco deseaba que hiciera eso, pero algo no me dejo frenarla, por el contrario empecé a acariciar las suyas, eso no me excitaba ni nada, lo hacia por reflejo a lo que ella me hacia y por qué mis manos en esos momentos deseaban tocar algo y sus nenas era lo mas cercano a mí, además de tener una textura agradable; no sabia ni que onda… de hecho su cuerpo en si no me provocaba la menor atracción en esos días, pero hay algo que si es cierto; estar en esa situación era emocionante, tal vez por que a mi edad nunca antes había hecho eso con nadie.
Después de estar así un rato masajeando los senos la una a la otra la temperatura subió en el almacén y empecé a hacer ruiditos, se aprovechó de eso y volvió a intentar tocarme abajo, solo que esta vez no encontró ningún impedimento por mi parte, de hecho cuando me comenzó a tocar sobre el pantalón le ayude separando un poco mis piernas para que pudiera desplazar con facilidad la mano, les diré que me llevó a tal extremo que al ver que le costaba trabajo desabrocharme el pantalón lo desabroche yo misma y bajé el cierre… afortunadamente para mi y desafortunadamente para ella escuchamos pasos aproximarse, me puse mi playera rápidamente y acomodé mis pantalones… los pasos se siguieron de largo, eso me puso un susto de los de a de veras.
Ale me tomo para regresar a lo que estábamos, pero el susto hizo que se me apagara el fuego y reflexionar de lo que estuve apunto de permitir. La verdad no estaba preparada para esa situación con ella, agradecía a dios que no hubiera pasado a mayores, me intento besar pero yo le pedí que nos fuéramos, en el camino a casa me la pase callada, lloviznaba y las dos caminamos cabizbajas, al llegar me despedí de un beso en la mejilla y entre a casa.
En cierto modo estaba arrepentida y enojada conmigo misma, por haber permitido aquello, a lo mejor nos podíamos besar, hacia mucho tiempo que no lo hacia, necesitaba una válvula de escape para mis hormonas y hacerlo con una chava era divertido, de alguna manera era como una travesura a la que tenia derecho a experimentar por mi edad… ¡pero tener un faje era demasiado! ¿Cómo iba a permitir que una amiga me tocara ahí? mi amiga no debería quitarme mi virginidad con su dedo solo por estar caliente un rato, ¡por supuesto que no!
Al otro día hable con ella y le explique cómo me sentía por lo que había pasado, ella me pidió una disculpa y me dijo que no había sido su intención hacerme sentir mal y me prometió que nunca haría algo que no deseara.
Una semana paso, y yo ya no estaba cómoda con ella. Una tarde después de clases tuvimos que asistir en la tarde al colegio por que el intendente de la escuela accidentalmente había tirado a la basura parte de los listones y las mantas que habíamos cortado, Así que la directora ordeno que “el grupito Ale”, (como nos conocían en la escuela) se reportara en el almacén en la tarde; después de hacer una lista de lo que faltaba, Andrea y Faby se fueron y nos dejaron encerradas “accidentalmente” en el almacén, en el momento en que Ale me dijo que las llaves las había dejado en su casa el corazón comenzó a latirme a prisa y las manos me sudaron en frio, estaba otra vez a solas con una chava que no sabia desaprovechar esas oportunidades.
Le sugerí que marcara a su mamá para que le trajera la llave y nos sacara de ahí, los siguientes 45min en lo que las laves llegaron Ale se comportó como una dama, nos sentamos en el suelo y me ofreció su sudadera ya que afuera se oía que caía un diluvio y el almacén estaba helado, acepte por que titilaba de frío y nos abrazamos para retener calor.
Me platico muchas cosas que no sabía de ella, su padre se había ido con otra mujer cuando ella tenia 13, había tenido un novio hace tres años con el que se había clavado mucho y después la dejo sin más ni menos, la paso mal en los siguientes meses, hasta que una chica se porto muy bien y la ayudo a salir de su depre, después de un tiempo “se volvieron más que amigas” y con ella descubrió que las niñas le gustaban más que los hombres, tuvo una relación con ella de año y medio -que por cierto yo conocía a esa chica, era Fabiana precisamente. Después tuvo un par de novias más, pero nada serio, además me confeso que nunca había sentido algo como lo que sentía por mi, con nadie más. Eso me dejo muy sorprendida, sentí que me tenia confianza y por otro lado no intento ni siquiera besarme, ella me entendió totalmente, cuando llegue a casa me sentí mas unida a ella.
Las vacaciones llegaron, Ale era un oasis en mi vida, todo era diversión y tomar todo con calma. Pronto los besos en la boca regresaron, no así los contactos que yo consideraba inapropiados y Ale lo aceptaba bien.
Con motivo de su cumple y de su graduación, la mamá de Ale y yo le organizamos una fiesta sorpresa en su casa, invitamos a unos cuantos compañeros de la escuela y estuvo padre, hubo alcohol y mucho relajo… pero terminó pronto como a eso de la una, mientras le ayudaba a levantar el tiradero que se había quedado nos dimos cuenta que estábamos desperdiciando valioso tiempo y nos fuimos a la cocina a besarnos bien rico, al poco tiempo, oímos la puerta, me dio un ultimo besito y me hizo unas preguntitas:
- ¿Sandra me quieres mucho? ¿Llegarías a más conmigo?
Eso me impacto, pero Karen (su mamá) entro a saludarnos y nos hicimos las disimuladas, no tuve que contestar su pregunta, pero estuvo rezumbando en mi cabeza los siguientes días. 

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