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lunes, 25 de marzo de 2013

Sui Generis 5

COMPLICACIONES Y REVELACIONES
Como era su pareja, por así decirlo, fui invitada a su cena de graduación, al principio yo no quise y le puse mil excusas;
-mis papas no me dejaran -mi mama los convence,
-no tengo para el boleto -yo te invito,
-no tengo vestido -te presto uno bonito
Total que cuando las excusas se me acabaron, no me quedo de otra y acepté ir.
Estuvo a todo lujo, me prestó un vestido color lila precioso, y ese día la vi como nunca, en un elegante vestido negro que contrastaba con su tono de piel pero hacia juego con su pelo, tacones altos que presumían sus largas piernas, peinado de salón y maquillada, se veía muy bien, era la chava más guapa de toda la fiesta… aún que cuando se lo comente a Andrea no estuvo de acuerdo y dio su voto a Faby, pero la verdad es que Alejandra atrajo todas las miradas esa noche y aun que ella lo sabia no hizo caso a nadie
Cenamos, bebimos un poco y bailamos para echar relajo con nuestras amigas y unos compañeros, cuando pusieron las baladas, tres chavos le pidieron a Ale que bailara con ellos, y a todos rechazó, Fabiana y Andrea, se pararon a bailar como pareja, y no disimularon nada, que era lo que yo no quería y por eso le dije a Ale que prefería no bailar.
Julio se acercó y me pidió que lo acompañara en dos canciones, la primera lo rechacé pero la segunda me anime a bailar con él… sabes si fue algo extraño, las copas que traía encima me hicieron confundirme y sentirme bien con el, creí que era ahí donde pertenecía… mientras danzamos me di cuenta que Julio disfrutaba tener la mirada fija de Ale en nosotros y se esforzaba en no perderla, me hacia comentarios en el oído y debo admitir que eran graciosos por eso me reía con él, a la siguiente canción las luces cambiaron y todos en la pista se abrazaron para bailar, incluso Faby y Andrea, las que tampoco nos perdían de vista, bailaron muy acarameladas, yo también abrase a Julio, cuando volteé a donde Ale me pareció enojada, pero yo creí que no tenía motivo para enojarse conmigo… y no hice caso. Además la loción de Julio y la firmeza con la que dirigía nuestros pasos me hacían pasar un rato agradable, así que cerré los ojos y me deje llevar.
Alguien toco mi espalda por atrás e interrumpió lo que pensaba, al voltear a ver quién era el inoportuno vi a Faby que señalaba hacia donde se supone estaba sentada Ale… pero no estaba ahí, ni su bolso ni su abrigo, la busque y la pude ver aproximarse con paso decidido a la salida… sin pensarlo solté a Julio y corrí por mis cosas a la mesa y después a ella… la alcance y la tome por un brazo para detenerla, ella se soltó y dijo.
-          Que poca tienes Sandra – sin mirarme a los ojos, pero me di cuenta que lloraba.
Por un momento no supe lo que debía hacer, pero después fue claro… no podía dejarla irse así, pegue otra carrera para ir por ella y ya estaba en la calle. Siguiendo su paso apresurado, le pregunte
-          ¿A donde vas Alejandra?
-          No te importa ¿o si?
-          Es muy noche para caminar por aquí
Ella volteo y me dijo enojada como nunca la había visto.
-          Regrésate a bailar con el pendejo ese y a mi déjame en paz.
No supe que responderle y solo la seguí… esperando saber que decirle
-          Ale no me hagas esto… déjame explicarte.
-          ¿Qué? ¿Que te gusta?

-          ¡No!, ya detente vamos al salón y tranquilízate.
-          No quiero saber nada
La tome de nuevo y le dije:
-          Tú eres la que me gusta.
Se detuvo y me dijo:
-          No es cierto.
-          Te lo juro - la abrasé con mucho cariño, primero puso resistencia, después no solo se dejo sino que también me abrazó sin dejar de llorar, la sentí tan frágil, su delgada espalda que no dejaba de brincar por el llanto y sus tiernos sollozos de niña me partieron el corazón, yo lo había provocado.
Me llevo un rato tranquilizarla, pero lo logre, con cariños, besos, y expresándole el cariño que le tenía, se convenció de regresar a la fiesta.
Nos metimos al baño y se enjuago la cara, cuando salió la única niña que había dentro, puse el pasador del baño y la bese para demostrarle lo que le había dicho, me besó con mucho amor… ambas no sobresaltamos un poco, ella me tomo por la cintura y yo puse mis manos sobre sus hombros, me sentí muy confortada de verla contenta de nuevo, con la humedad de sus labios en los míos, que se chupaban con tanta familiaridad , el contacto de nuestras bocas y la mezcla de nuestras salivas era algo ya natural , besaba muy rico, abríamos nuestras bocas y lo hicimos más profundo, cuando escuchamos que alguien quería abrir la puerta por fuera nos separamos y limpiamanos nuestras bocas para que no se dieran cuenta de lo que estábamos haciendo, salimos riendo y fuimos a platicar a la terraza posterior del salón, donde apenas había dos parejas más.
Estuvimos mirando la bonita vista que proporcionaba el lugar, platicamos de muchas cosas, especialmente de lo que sentíamos la una por la otra y me dijo por primera vez que me amaba y que nunca había sentido algo así por nadie, yo le conteste algo parecido aunque no estaba muy segura de ello.
La fiesta seguía, el conjunto paro de tocar y llegaron los mariachis pero nosotras la estábamos pasando bien a solas, cuando su mamá le aviso por teléfono que nos esperaba afuera para llevarme a casa nos dimos un último beso en la boca con el riesgo que alguno de los pocos que quedaban dentro, nos mirara, pero nada nos importaba, fuimos por las otras dos que estaban sentadas cansadas de divertirse y Andrea hasta dormitaba en el hombro de Faby, su mamá nos repartió en nuestras casas, a ellas las dejamos en casa de Andrea, donde según Faby le había confiado a Ale, no había nadie y aprovecharían para tener su primera vez
Cuando llegue a casa me acosté muy cansada e inquieta, solo pensaba en lo de esa noche y en Ale, me di cuenta que nadie me querría como ella, cuando pude dormir tuve un revelador sueño
Ale y yo, nos besamos en un parque mientras bailábamos, con una especie de vestido transparente, acariciaba mi cuerpo y yo el suyo, solo había una tenue luz, que no me dejaba ver todo su cuerpo apenas cubierto por una delgada tela traslucida, nuestros movimientos eran suaves y eróticos, ambas lo disfrutábamos mucho, pero de repente mi madre nos veía de un balcón que nosotros no vimos, y me gritaba “zorrita, traidora, lesbiana”. Y entonces las dos corríamos tomadas de la mano despavoridas, para alejarnos de ese balcón.
Cuando desperté el corazón me latía rápido, eran como las siete, no pude dormir en un rato, el sueño me inquieto bastante. ¿Qué significaba eso?, ¿cómo sería bailar con ella a oscuras? (después no sería muy distinto de un sueño) si no me gustaba podía olvidarlo y nadie lo sabría solo ella y yo, ¿me haría daño vivir eso con alguien a la que quería y me quería tanto y le tenía tanta confianza? Esos pensamientos me pusieron nerviosa, realmente me dio curiosidad de darnos una chance de jugar… de hacer la peor travesura, disfrutar juntas de nuestra sexualidad por una noche como las otras dos.
PROVACACIÓN
Cuando la besaba en el carro, ya no era solo la travesura, comenzaba a sentir un deseo fuerte por ella, pero no me atreví a decírselo.
Una húmeda mañana de ese verano, ya hacía un mes que había sido el baile. Me decidía a pararme, mi cama estaba muy calientita y tenía la sensación de haber tenido una noche maravillosa y que había soñado bonito. Mi celular sonó, medio dormida leí en la pantalla
 “¡Buenos días nena! En 30 min paso por ti, te invito a desayunar, te quiero mucho”.
Así que me pare y me metí a bañar, había soñado otra vez algo con ella, pero nunca recordé que había vivido en ese sueño.
Como era habitual, llego con 20 min de retraso, todo el camino escuchamos “accidentaly in love” que nos encantaba desde que vimos Shrek 2, fuimos a desayunar a un Starbucks que queda por el centro, desde que llego por mí se veía muy linda, no se maquillo ni nada, así era nuestro estilo, de hecho ni siquiera usaba alguna ropa especial, llevaba puesta una playera polo blanca, una hoodie x, unos pants adidas y unos tenis, iba muy contenta, sus mejillas chapeadas, su cabello suelto, y sus manos adornadas por el anillo en el pulgar y sus uñas sin pintar se me antojaban lindas, además olía al perfume que le había regalado el mes pasado. Esa mañana me gustó mucho y me sentía muy bien a su lado, varios volteaban a mirarla, esa chava que les gustaba, era mi novia.
Pasamos toda la mañana juntas caminando por el centro, simulando ser amigas. A medio día fuimos a su casa a comer, su mamá ordeno pizzas para nosotras porque ella saldría, tomaría un café con sus amigas y volvería entrada la madrugada.
Tan pronto como llegaron las pizzas nos las subimos al cuarto de TV aprovechando que no estaba Karen y podíamos hacer lo que nos placiera… tirar migajas, subir los pies a los muebles, no comer sopa y cosas así. Nos quitamos los tenis y nos acomodamos en el sillón frente a la TV, encendimos el televisor pero como no encontramos nada bueno Ale encendió su Xbox y comimos mientras jugábamos voleibol, después de darme una paliza y habernos hartado de pizza vegetariana, puso la peli “Unfaithful”, según ella para aprovechar que su mamá no estaba por que la semana pasada no le había permitido verla con ella… tenía escenas bastante explicitas e incitadoras que hizo termináramos juntas, abrazadas y tomadas de la mano… de vez en cuando ella me acariciaba la espalda y el cuello, si no mal recuerdo yo le di el primer beso ese día con el pretexto que tenía cátsup en los labios, ella me tenía abrazada casi por atrás y de vez en cuando yo volteaba para darnos un besito tierno… su aliento con olor a pizza que soplaba en mi nuca me erizaba la piel.
Recuerdo que de repente me tomo un pie, me saco los calcetines, olio mi pie y bromeó que me olían mal y se puso hacerme cosquillas en la planta y entre los dedos.
Todo era un juego me acariciaba las piernas como lo hacían en la movie y nos reíamos y burlábamos de lo cursi que eran los diálogos y los repetíamos algo así como: “solo es por pasión, los errores no existen”, además hacíamos comentarios como ¡hay nena! cuando la protagonista salía en poca ropa… ese tipo de jugueteos y bromas pusieron una atmosfera que me hacía sentir escalofrío, sudar las manos y se me entrecortara la respiración, dentro de mí latía un peligroso profundo deseo por mi “amiga” que tenía muy cerquita.
Mientras una escena de sexo se desarrollaba nos miramos y empezamos a besarnos tiradas en el sillón. Parecía un juego… quedé abajo de ella con una pierna en el sillón y la otra al borde, para que ella quedara bien encima de mí y nos besamos así un rato… primero como siempre, pero después subió de tono como aquel día en el almacén, era realmente excitante… la calentura se me subió a la cabeza y comenzamos hasta a hacer ruiditos de prendidas… me tocó arriba y me puso peor.
En ningún momento supe que hacer, la situación se me fue de las manos desde hacía algún tiempo, ella lo sentía y disfrutaba, se veía decidida a hacerme completamente suya… le gustaba tenerme en su control, a mí, mi destino y mi feminidad.
Me desabrocho el top por debajo de la playera y tentó mis senos muy suavemente, levanto mi playera hasta mi clavícula. Con su lengua dibujo el contorno de mis aureolas y con su boca coloreo rojizos mi pezón… con su saliva a besos delineo mi abdomen, desabrocho mi pantalón y bajó el cierra con una mano e hizo aparecer para si mi pubis velado por una delgada tela azul cielo del calzón que llevaba puesto… que no parecía ofrecer obstáculo a su excitación, las cuales reflejaban sus delicadas facciones y algunas otras cosas como sus dilatados pezones y su cuero tan erizado como el mío. La habilidad que demostraba me asustaba pero a la vez me encendía y me hacía querer llegar a mi límite y al suyo… aunque quizá los habíamos dejado ya muy atrás, probablemente ni existían.
-          ¡Ven vamos! - Me dijo tomándome de la mano y acomodándose el cabello que tenía en la cara.
Se agacho por mi top y mis calcetas y nos fuimos a su habitación… cerró la puerta. 

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